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¿Por qué he de detenerme yo a pensar en tus labios?
¿por qué he de querer yo acariciar tus cabellos?
por qué he de desear yo que me pintes con tus dedos sobre un manto terso, sobre una noche amurallada de tus abrazos.
Alimenta tu distancia, ¡aliméntala!
ve y sigue, ya no mires aquí
nosotros fuimos pasado
ahora, solo tú, solo yo es presente
y ya nada juntos será un futuro distinto
¿Por qué he de querer mirarte nuevamente?
¿Por qué querría que me susurres tu poesía?
¿Por qué?
si ya no te veré más, si ya no nos volveremos a encontrar.
Escribe en solitario, sobre la hoja blanca olvidada
escribes los poemas que de mí nunca ya trataran nuevamente
y los puntos y comas ya no esperaran un beso mío,
nunca lo di, nunca un beso… solo soñado, solo en un sueño casi olvidado.
Y si fueras a olvidarme por completo,
llamarías a despedirte por última vez
y si fuera a olvidarte
trataría de recordarte aunque sea un instante
y si fuera, tan solo si fuera… ya nada, solo nada
¿Por qué tendría yo que morir de tristeza?
¿por qué tendrías tu que buscarme en el olvido?
¿por qué sería la desesperanza la llorona frustrada?
¿por qué seriamos nosotros el amor ahondado?
y el amor ¿por qué sería tan solitario?
Acaso la luna no tiene estrellas por la noche
y el mar peses que acaricien sus olas
al solitario ¿por qué entonces tendríamos que quererlo?
si el viento susurra tu nombre como rasguñando la garganta en intentos de llamarte
Acaso no tiene tu alma el olor de la mía
acaso no desvelas las noches pensando en las mías
y no borras los dolores para saborear las caricias que en tu recuerdo abundan.
Pero el olvido, el olvido es tiempo, largo tiempo
sin ti
sin mi
sin nosotros
y sin ellos
tan lejanos, tan distintos, tan solitarios
tan con ellos y sin notros
ya nosotros fuimos pasado, solo pasado.
Acaso no partimos lejos ya hace muchos milenios
acaso el destino,
inexistente destino,
ya no nos había dibujos caminos separados
acaso tu y yo ya no éramos nosotros
entonces
¿por qué ahora quisiera yo verte?
¿por qué ahora quisieras tu hablarme?
por qué ahora, justo ahora, cuando el fin de los tiempos es fin queremos robarnos besos que nunca, jamás, nos robamos.
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J. ALIETT
Lima- Perú
16/11/12
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ALIETT, Álter ego 